Alara es una niña musulmana de 15 años de Oriente Medio. Debido a circunstancias excepcionalmente difíciles en su país de origen, la familia de Alara se vio obligada a huir a otro país como refugiados.

Debido a complicaciones con la burocracia de inmigración, Alara y su familia llevan más de cuatro años separadas de su padre. Las tensiones diplomáticas entre el país que les concedió el asilo y su país de origen les han impedido obtener la libertad.

Desde hace un año, Alara asiste al programa para adolescentes de una iglesia evangélica local, donde oye hablar de Jesús. Sin que los voluntarios de la iglesia lo sepan, el hermano menor de Alara nunca puede acompañarla porque está paralítico. Hace años, se cayó de un árbol y desde entonces no puede andar. El hermano de Alara anhela unirse a su hermana y a los demás niños en la iglesia, pero salir de casa es imposible sin una silla de ruedas, un lujo que su familia no puede permitirse.

Un día, en la iglesia, Alara se sentó tranquilamente con un ejemplar de su nueva revista Chispa, acariciando suavemente las coloridas páginas con asombro y deleite. De repente, sintió una sensación de esperanza en su corazón.

Esto le hizo pensar: "Si esta revista me da esperanza a mí... ¡seguro que también le dará a mi hermano la esperanza que necesita!".

Pero Alara era demasiado tímida para pedir otro ejemplar a los voluntarios de la iglesia: los folletos parecían caros y sabía que venían de Canadá. Así que arrancó con cuidado papel rayado de su cuaderno y empezó a escribir los versículos de las Escrituras, con los dedos trabajando deprisa mientras se apresuraba a copiar el mensaje de esperanza de la revista. Más tarde, siguió copiando la revista en casa, escribiendo páginas enteras para poder darle el original a su hermano.

Al día siguiente, Alara volvió a la iglesia dispuesta a aprender más sobre la Palabra de Dios, con sus páginas rayadas en la mano. Uno de los voluntarios se detuvo y le preguntó qué había pasado con la revista Spark que había recibido el día anterior.

Alara procedió a explicarle la situación de su hermano y lo mucho que significaba para ella que él también recibiera un ejemplar de la revista Chispa. Cuando la voluntaria vio la foto del hermano de Alara y los cientos de líneas que había escrito en hojas de papel, la mujer se emocionó.

Le entregó a Alara una revista Chispa de verdad: "Ésta es para que te la quedes".

Alara estaba muy sorprendida y agradecida, ¡pero seguía insistiendo en que otros niños podrían necesitar un ejemplar más que ella! Después de que la voluntaria le explicara que había más que suficiente para que ella tuviera otro, Alara aceptó humildemente la revista.

¡Qué corazón tan hermoso tiene Alara! Fue muy alentador ver cómo el milagroso amor de Dios salía al encuentro de esta niña y encendía una chispa de esperanza en su corazón mientras compartía alegremente la Buena Nueva con su hermano.