Zakhar, de 16 años, vive en un pequeño pueblo de la región ucraniana de Zaporozhye, donde su abuela lo cría sola.
Hace aproximadamente un año, Zakhar empezó a asistir a la iglesia local. Zakhar, que padecía problemas de comportamiento asociados a retrasos en el desarrollo desde su infancia, se sorprendió gratamente al encontrar allí a gente que le aceptaba y le quería. Algunos de los representantes de la iglesia se dieron cuenta de que Zakhar intentaba realmente aprender sobre Dios y esforzarse por deshacerse de los malos hábitos.
Después, Zakhar tuvo la oportunidad de asistir a un campamento con otros niños cristianos y desarrollar sus habilidades comunicativas. Le dieron una revista Spark y le enseñaron el amor redentor de Jesús. El Espíritu Santo ablandó el corazón de Zakhar y, aunque el amor y la compasión le resultaban extraños, aprendió a compartir abiertamente su corazón con la gente. Zakhar ha superado las barreras interiores, cambiando la confusión y el vacío por el conocimiento del profundo amor del Salvador.
Y Zakhar no es el único. En una actualización de nuestra organización asociada, Misión Eurasia, nos enteramos de que "la temporada de campamentos está llegando a su fin, pero más de 3.000 niños y adolescentes han oído predicar la Buena Nueva y han recibido revistas Spark. Los jóvenes líderes están creciendo espiritualmente, convirtiéndose en una nueva generación de ministros para el Reino de Dios".