Se animó a los 35 pastores de Nairobi que asistieron a nuestra sesión de formación en evangelismo sobre Zoom a salir con sus iglesias y compartir el Evangelio por las calles. Equipados con Biblias y revistas Esperanza, estaban dispuestos a poner en práctica lo que habían aprendido, predicando la Buena Nueva en sus aldeas locales.

Un grupo de la iglesia se fijó en una señora musulmana, llamada Remiah, que les miraba fijamente mientras ministraban en una casa cercana. Se dieron cuenta de que estaba escuchando atentamente lo que decían.

Intrigada, Remiah se acercó e instó al grupo: "¡Venid a hablar con mi vecina! Ella también es musulmana".

Estaban confusos... ¡Remiah no era cristiana! Pero, de todos modos, el grupo la siguió al otro lado de la calle. Y tras compartir el amor de Jesús con la vecina, ésta entregó su vida a Cristo.

Mientras daban testimonio, Remiah fue y llamó a otras personas para que vinieran a escuchar el mensaje. ¡Dos personas más se unieron y recibieron el amor de Dios! Sin embargo, sorprendentemente, la propia Remiah no lo hizo.

Aunque sigue buscando, Dios utilizó a Remiah para invitar a otros a escuchar el Evangelio. Por favor, reza para que un día ella también se convierta en hija de Dios.

¿Tienes alguna historia que contar sobre cómo el poder de Dios se reveló de forma sorprendente?