Mila es una miembro que trabaja en un hospital de Calgary. Esté donde esté, la enfermera Mila intenta estar preparada para la evangelización con un ejemplar de las Escrituras cerca.

Un día, Mila sintió un fuerte impulso de compartir el amor de Cristo con una de sus pacientes, una mujer en estado crítico. Intentó reprimir este sentimiento porque sabía que podía poner en peligro su trabajo.

A pesar del miedo, Mila se llevó al trabajo un pequeño Evangelio de Juan con la esperanza de que suscitara una conversación sobre la fe. Pero cuando llegó al hospital, el paciente estaba muy débil y había estado inconsciente toda la noche anterior. Le pareció un momento inadecuado para compartir el Evangelio, así que Mila decidió no darle las Escrituras ese día.

Cuando Mila volvió al hospital al día siguiente, encontró a la paciente mucho más despierta. Cuando se acercó a la cabecera, sintió de nuevo un impulso en su espíritu para poner su regalo en manos de la paciente.

Mila empezó a hablarle del amor sacrificado de Cristo. Al poco tiempo, surgió la discusión sobre las autolesiones y el suicidio. Para guiar la desafiante conversación, acudió a la sección de "ayudas" del Nuevo Testamento. Las dos descubrieron versículos que aportaron luz a la extrema oscuridad que la paciente había estado experimentando. Cuando Mila salió por fin de la habitación, dejó a la mujer leyendo atentamente la pequeña Escritura.

Aquella misma noche, sin previo aviso, sacaron a la paciente de la unidad de cuidados urgentes y la llevaron a la sala de vigilancia de suicidas, al otro lado del hospital. Mila sabía que eso significaba que no era probable que volvieran a verse.

Mientras Mila conducía de vuelta a casa, no pudo evitar pensar... Dios la había llevado a entregar aquel Evangelio de Juan en el momento exacto que Él quería. Si hubiera esperado un día más, habría perdido la oportunidad.

Aprender a seguir la dirección de Dios forma parte de nuestro viaje como individuos y como equipo. A medida que maduramos en nuestra fe, reconocemos más fácilmente Sus indicaciones. ¿Qué oportunidad te está dando Dios para compartir el Evangelio hoy?