Ya sea que puedas recordar el día en que te bautizaron, cuando eras un bebé en brazos de tu madre, como si estás explorando la idea en la actualidad, cuando un hijo de Cristo entra en la familia, es algo completamente transformador. El bautismo es el momento en que Dios se inclina y marca a alguien como Suyo. Es un símbolo de Su gigantesco corazón por Su pueblo. Y las emociones son a menudo indescriptibles.
El 7 de agosto de 2020 fue una fecha especial para Evgenia, una joven rusa de 20 años. Fue el día en que declaró públicamente este pacto bautismal con el Señor.
Pero la decisión no fue fácil para Evgenia. A veces se sentía insegura acerca de dar un paso de fe tan grande. Después de conocer sobre el sacrificio de Jesús mientras asistía a un campamento de retiro para jóvenes adultos y de profundizar en las Escrituras que recibió allí, Evgenia confía ahora en su decisión de seguir a Cristo. Confía en su fiel Salvador y está dispuesta a luchar contra todas las tentaciones que se interpongan en su camino. Sabe que le espera la victoria.
Su bautismo dejó una impresión inolvidable en el corazón de Evgenia. Compartió: "Durante el año, he tenido que superar muchas dificultades que me enseñaron a confiar en Dios. Al sumergirme en el agua, experimenté sensaciones indescriptibles que nunca había vivido... En mi alma reinaba un sentimiento de ligereza, y mi corazón parecía sanar. Este es el comienzo de una nueva vida con Cristo. Me he vuelto más suave, más valiente y más feliz".