"Es una época inusual, así que hice algo inusual en el pueblo". Éstas fueron las palabras de David Olive, un humilde caballero de un pequeño pueblo del sur de New Brunswick.

Aunque sus acciones de evangelización pudieran parecer un poco inusuales, las actividades del Sr. Olive durante el fin de semana de Pascua dejaron un impacto resonante en toda su comunidad.

Este año, millones de creyentes se perdieron esa dichosa sensación de entrar en el santuario de su iglesia la mañana de Pascua: una procesión de trompetas o un coro multitudinario que suele acompañar a una sensación de renovada esperanza y emoción por el Salvador resucitado. Como todos sabemos, este año fue un poco diferente.

Tras contemplar la triste realidad de que las iglesias de todo el mundo iban a quedar vacías debido a las directrices de prevención COVID-19, el corazón de David estaba de luto. Comprendiendo la importancia vital de que las personas mantengan las distancias entre sí, quiso ayudar a aliviar la lucha de la presunta incapacidad de rendir culto y evangelizar durante el fin de semana de Pascua.

"Me encantan las tarjetas de expresiones", expresó David con entusiasmo. "Siempre hay un mensaje en ellas, y una Escritura. Así que decidí pedir algunas tarjetas de Pascua a ShareWord Global". Efectivamente, pronto encontró 60 preciosas tarjetas con el tema de la Pascua en la puerta de su casa. El Sr. Olive admitió que en realidad no tenía intención de que llegaran tantas, así que empezó a pensar qué hacer con todas las tarjetas de felicitación sobrantes.

David adora su pequeño pueblo de Fredericton Junction, NB, y se ha esforzado mucho por conocer a la mayoría de la gente de su pueblo por su nombre. Tan apasionado por alcanzar a la gente para el evangelio, que decidió entregar la mayoría de las tarjetas de expresiones de Pascua a los miembros de su pequeña comunidad.

La mañana anterior a la Pascua, David se levantó muy temprano y recorrió a pie 8 km alrededor del pueblo. Para respetar las normas de distanciamiento social, colocó una tarjeta delante de cada puerta de su barrio. Creyentes y buscadores recibieron un mensaje de esperanza y una Escritura impresa en una brillante tarjeta de felicitación de Pascua. "¡Cubrí a todos los vecinos! Entregué hasta la última tarjeta, ¡no queda ninguna en mi casa!" exclamó David.

Y la respuesta ha sido maravillosa. El Sr. Olive ya ha recibido numerosas respuestas de personas que se sintieron profundamente bendecidas por el gesto. Una enfermera jubilada se puso en contacto con él, expresando que la tarjeta "le levantó el ánimo". Otro vecino dijo a David que no esperaba un regalito tan amable. "Fue la única tarjeta de Pascua que recibí".

La acción de colocar una tarjeta de Pascua bajo cada felpudo de su vecindario puede haber sido un poco inusual, sí. Pero como seguidores de Jesús que vivimos en esta pandemia incierta, necesitamos tomar medidas inusuales para alcanzar a la gente para Cristo. David Olive demostró que, aunque la evangelización no tenga el aspecto habitual, sólo hace falta pensar un poco más para bendecir a un montón de gente. "Es una época inusual, así que hice algo inusual en el pueblo. Ahora mismo, la gente está dolida; echan de menos el contacto. Pensé que era un buen momento para difundir la Palabra de Dios... utilizando tarjetas Expressions".