Ya sea en las bulliciosas calles metropolitanas de Santiago o en los pintorescos paisajes de la Patagonia, la nación de Chile está revestida de belleza.

Hermosos lagos, bosques, montañas y volcanes conforman el paisaje del sur de Chile. Este paisaje único y variado es donde podrás compartir el evangelio con personas que han tenido poco o ningún contacto con evangelistas, incluidas las comunidades mapuches.

Tradicionalmente, Chile ha sido una nación católica, pero últimamente eso está cambiando. En 2006, el 94% de la población encuestada decía creer en Dios. Ahora, esa cifra ha descendido al 70%. La necesidad del evangelio es evidente y va en aumento.

En las calles, en las casas, en los mercados, en las iglesias, en los parques o en la playa, los rostros brillarán de emoción cuando les entregues una hermosa revista Esperanza y compartas con ellos el Evangelio. Muchos incluso se detendrán para hablar y aprender más cuando lean el mensaje de esperanza de la Palabra de Dios. A medida que las personas son guiadas por el Espíritu Santo, comienzan a cultivar el cambio en sus comunidades y a difundir el amor de Dios.

En Chile, caminarás junto a una apasionada iglesia local, y la edificarás para que continúe la misión de evangelizar su nación mucho después de que te hayas ido. Te espera toda una vida de recuerdos. ¿Estás preparado?